En un 20 por ciento de los pacientes con esquizofrenia existe una
resistencia al tratamieto.
La esquizofrenia refractaria o resistente se define como aquel
trastorno cuyos síntomas productivos no desaparecen a pesar de haber
probado diversos tipos de tratamiento con dosis adecuadas y por un
tiempo suficiente.
Son aquellos pacientes esquizofrénicos que presentan reacciones
adversas neurológicas graves y no tratables con otros antipsicóticos,
incluyendo los atípicos.
Tras muchos ensayos y tras la prueba de numerosos fármacos antipsicóticos
sin resultados positivos, diversas investigaciones clínicas estudiaron el
efecto de las patologías en el cerebelo, ya que es un órgano con incidencia
vital en la coordinación motora, y vieron que sólo se conseguían índices de
mejora con un tratamiento combinado de clozapina y valproato.
La clozapina es un fármaco de nueva generación que ha demostrado de
manera efectiva reducir los síntomas tanto positivos como negativos y
las reacciones adversas e incidencia de los efectos secundarios como la
discinesia, la depresión y los trastornos esquizoafectivos. Es el único
antipsicótico atípico sobre el que existen estudios que demuestran una
reducción en el riesgo de suicidio en esquizofrenia.
Igualmente existen estudios que sugieren la combinación de la
clozapina con el risperidone, si la primera de ellas no es lo
suficientemente efectiva.
Clozapina continúa siendo el
fármaco de referencia en el tratamiento de la esquizofrenia resistente.
El uso de la clozapina en condiciones de práctica clínica cotidiana
(dosis, efectos adversos más comunes, resultados en pacientes
resistentes, y aspectos relacionados con los efectos secundarios,
agranulocitosis, sequedad de boca, taquicardia, visión borrosa, aumento
de peso, incontinencia urinaria, retención de líquidos y las
convulsiones), se estima que mejora los síntomas de estos pacientes
entre un 40% y el 70%.
Dentro de los antipsicóticos atípicos que se han usado con suficiente
respaldo empírico citar los siguientes: amisulpride y risperidona, y
con menor respaldo aripiprazol. Todos ellos siguen realizando avances
clínicos para potenciar su uso ya sea individualmente o en combinación
con otros fármacos.
A fecha de hoy, no existe un fármaco eficaz del todo para tratar la
esquizofrenia refractaria, y los ensayos de laboratorio y clínicos que
están en marcha, posiblemente conllevarán un avanza y nuevos
tratamientos a corto plazo (1 a 3 años)
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