miércoles, 31 de octubre de 2012

Enfermería Psiquiátrica.


Cuidados de Enfermería a Esquizofrénicos.
Plan de cuidados de enfermería:
1.- Disminuir la conducta inhibida; proporcionar una actividad estructurada dirigida a objetivos:
  • Pasar el tiempo necesario con el paciente. Dirigir nuestro interés y cuidado.
  • Prometer sólo aquello que se pueda cumplir.
  • Brindarle la oportunidad para que aprenda que sus sentimientos son válidos y no difieren mucho de los demás.
  • Aumentar los sentimientos de seguridad del paciente.
  • Asignar los miembros del equipo terapéutico que atenderán al paciente.
  • Comenzar con interacciones una a una, y después hacer avances para que el paciente pueda integrarse a pequeños grupos.
  • Establecer y conservar una rutina cotidiana; explicarle toda variación de ésta al paciente.
2.- Aumentar la autoestima del enfermo y los sentimientos de valía:
  • Proporcionarle atención en una forma sincera y con interés.
  • Apoyarle en todos sus éxitos.
  • Ayudar al paciente a mejorar su aspecto; auxiliarlo cuando sea necesario par que se bañe, se vista, procure el lavado de sus ropas...
  • Auxiliar al paciente a aceptar la mayor responsabilidad por su aseo personal en la medida que pueda hacerlo y nunca hacer por el paciente lo que él pueda hacer por si mismo.
3.-Orientar al enfermo en la realidad:
  • LLamar al paciente por su nombre, decirle el nombre de la enfermera, indicarle donde se encuentra, decirle la fecha...
4.- Incrementar la capacidad del enfermo para diferenciar entre el concepto de sí mismo y el ambiente externo:
  • Ayudar al paciente a distinguir lo real y lo que no lo es.
  • Valorar las percepciones reales del enfermo y corregir los errores de sensopercepción en una forma que esté apegada a los hechos.
  • No argumentar con el paciente la poca validez de sus percepciones ni tampoco darle apoyo para las mismas.
5.- Ayudar al paciente a restablecer los límites del yo:
  • Permanecer con el paciente si tiene miedo
  • Evaluar la eficacia del uso del contacto físico en cada enfermo antes de usarlo en forma consistente.
  • Ser sencillo, honrado y conciso cuando se hable con el enfermo.
  • Hablar con el paciente de temas concretos y simples.
  • Evitar las discusiones ideológicas o teóricas.
  • Dirigir las actividades para ayudar al paciente a aceptar la realidad y a mantenerse en contacto con ella
  • Usar la terapia recreatlva ocupacional cuando sea apropiado.
6.- Asegurar un medio ambiente de seguridad para el enfermo:
  • Reafirmar al enfermo que el medio ambiente tiene seguridad explicándole los procedimientos que se siguen en el servicio, las rutinas, las pruebas..
  • Proteger al enfermo de tendencias autodestructivas (retirar objetos que puedan utilizarse en conductas autodestructivas).
  • Percatarse de que el paciente está tramando acciones que sean nocivas para sí mismo y para los demás en respuesta a las alucinaciones auditivas.
7.- Conservar un ambiente seguro, terapéutico para los demás pacientes.

  • Retirar al paciente del grupo si su conducta se vuelve demasiado molesta o peligrosa para los demás.
  • Ayudar al grupo de enfermos a aceptar la conducta ‘extraña” del paciente recién llegado.
  • Considerar las necesidades de los demás pacientes y planear que por lo menos un miembro del equipo terapéutico se encuentra a disposición de los otros enfermos si es que se necesitan a los demás para atender al paciente recién llegado.
8.- Ayudar al enfermo a superar su conducta regresiva.
  • Evaluar el actual nivel de funcionamiento del enfermo y partir desde ese punto para su atención.
  • Establecer contacto con el nivel de conducta del enfermo, después tratar de motivarlo a que abandone su conducta regresiva y se integre a una conducta de adulto
  • Ayudarlo a identificar las necesidades o sentimientos no cumplidos que producen la conducta regresiva.
  • Alentarlo a que exprese estos sentimientos y ayudarle a aliviar la ansiedad.
  • Establecer objetivos realistas.
  • Marcar los objetivos y expectativas cotidianos.
  • rocurar que el paciente se percate de lo que de él se espera.

La OUIJA y la mente.


EL JUEGO DE LA OUIJA

La ouija es considerada desde hace siglos como un juego oculto del mas allá, pero en realidad entraña bastantes peligros para la estabilidad mental de la persona involucrada. Es un juego muy peligroso disfrazado de juego inocente. Popularmente se denomina “juego del vaso”  y es una práctica paranormal bastante accesible entre muchos adolescentes y jóvenes, al ser un sencillo sistema de contacto con los espíritus o un diálogo con los muertos.
Algunos psicólogos definen la ouija como un juego con varias letras y una copa que  onsiste en la aparición de espíritus por medio de un trance y una invocación, llegando  luego  a hablar con el individuo que hace contacto con ellos. La persona que les invoca puede hacerle preguntas, y el espíritu responderá moviendo el vaso o la copa, hacia cada una de las letras de la tabla.  Se comienza con la pregunta clásica: “¿Hay alguien ahí?”, si la respuesta es positiva, el dedo del participante señalador se desplaza hacia la palabra “sí”, posteriormente se empiezan con las preguntas y respuestas.


Según explican ciertos psicólogos la ouija es un juego que lleva a la rebeldía e incluso a la esquizofrenia. Hay casos de padres que llegaron a contactar con profesionales con una gran preocupación por sus hijos ya que, al practicar ese juego hacían cosas raras, se vestían de forma diferente y cambiaba en gran medida su personalidad.
Desde el punto psicológico, este juego hace daño a la salud de quien lo practica y pueden sufrir traumas psicológicos sin tener conocimiento.
Los más implicados en la práctica de la ouija son generalmente los adolescentes. Se sabe que comienzan con preguntas sencillas y sin demasiada importancia en el aspecto psicológico, como saber si se va a aprobar un examen o si se ganará un campeonato, pero poco a poco las preguntas van cambiando hasta llegar a querer saber cuando vamos a morir o de qué forma, algo que si que puede causar graves traumas psicológicos  y pasado este punto,  el juego deja de ser un simple juego.

El hijo de Sam

Caso real sobre esquizofrenia 

   Durante mucho tiempo, han existido muchas personas con trastornos esquizofrénicos graves, a la mayoría caracterizados por matar a otras personas y negarlo al principio . Todos ellos mostraban una apariencia tranquila y así es como hacían confundir a sus víctimas.

Un ejemplo de ellos es el conocido caso David Berkowitz, también llamado el Hijo de Sam lueho hecho película.

 Ya de pequeño era un niño tímido y con baja autoestima. Su madre adoptiva murió en 1967 cuando el tenía 14 años, fue lo peor que le pudo pasar. Al no tener suerte con las mujeres, fue alimentando su odio contra ellas. Para solucionar sus problemas se compró un revólver y a los veintitrés años comienzó una serie de crímenes. El joven Berkowitz asesinaba sin razones, disparaba su revólver calibre 44 indistintamente a cualquier persona que se cruzaba en su camino, sin importarle raza, sexo o edad. Tras varios asesinatos, David dejó una carta al lado del cuerpo de una nueva víctima en la que se autonombraba "El Hijo de Sam". En su último crimen un testigo consigue reconocerlo y el 10 de agosto de 1977 es detenido. Confiesa todos sus crímenes, pero alegar locura afirmando escuchar la voz de un demonio de 6,000 años reencarnado en "Sam", el perro de su vecino, el cual le daba órdenes de matar. Los psiquiatras lo diagnostican como esquizofrénico y condenado a cadena perpetua. Una vez en la cárcel, reconoce haber formado parte de un culto satánico relacionado con Charles Manson, y asegura que sus crímenes no los cometió solo, sino que habían sido varios los tiradores con un calibre 44. Una vez en la prisión fué asaltado por otros reclusos y degollado, pero sobrevivió con una cicatriz de 56 puntos en el cuello.

martes, 30 de octubre de 2012

ESQUIZOFRENIA EN PAISES SUBDESARROLLADOS

EXISTE DIFERENCIAS EN EL TIPO DE TRATAMIENTOS PARA LA ESQUIZOFRENIA EN PAISES DESARROLLADOS Y AQUELLOS EN VIA DE DESARROLLO 
      El tratamiento de la esquizofrenia, actualmente es muy diferente de un país a otro. Los países desarrollados, con grandes avances en medicina,los tratamientos que proporcionan cubren casi a la totalidad de personas que sufren la enfermedad. 

Por otro lado, cerca de dos tercios de las personas que sufren desordenes esquizofrénicos en países de ingresos medios y bajos no cuentan con acceso a un tratamiento médico adecuado, según un estudio publicado  en el boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio revela que la tasa media anual de tratamiento de trastornos esquizofrénicos en los servicios de salud mental fue de 128 casos por cada 100 mil habitantes.

Sin embargo, en los países ricos y medios, la tasa de tratamiento específico es cuatro veces mayor que la de los países pobres (126 y 157 casos por 100 mil habitantes, respectivamente, frente a 36 por 100 mil habitantes).
Esto indica que mientras en los países desarrollados la mayoría de los enfermos cuenta con el tratamiento y el seguimiento adecuado, en los países en desarrollo y subdesarrollados cerca de dos terceras partes de los pacientes carecen de cualquier cuidado especializado.

Además, hay diferencias entre los países poco desarrollados. Mientras en los países de ingresos medios el 69% de los pacientes no reciben tratamiento, en las naciones pobres esta cifra se eleva hasta el 89%.
La falta de acceso a las instalaciones médicas es una de las causas principales de la falta de tratamiento, pero el estudio ha detectado que otro factor no menos importante es la ausencia de psiquiatras y enfermeras especializadas en los hospitales para tratar a este tipo específico de enfermos.
La OMS, puso en marcha un análisis con la finalidad de encontrar un tratamiento cuyo coste fuera lo menos posible, y así permirle aquellas personas que no disponen de medios necesarios poder tener un tratamiento menos costoso y que proporcionara una misma eficiencia. Por ello: 
Se emprendieron análisis en tres subregiones de la OMS que abarcaban las Américas, África y Asia Sudoriental, y posteriormente en tres Estados Miembros (Chile, Nigeria y Sri Lanka). Se utilizó un modelo de transición de estados para estimar el impacto sanitario en la población de medicamentos antipsicóticos viejos y nuevos, solos o en combinación con medidas psicosociales. A partir de los costos totales a nivel poblacional (en dólares internacionales o en las monedas nacionales) y de la eficacia (medida como el número de años de vida ajustados en función de la discapacidad evitados) se calculó la relación costo-eficacia.

Resultados

Las intervenciones más costoeficaces fueron las basadas en el uso de los medicamentos antipsicóticos más viejos unidos a tratamiento psicosocial, en el marco de un modelo de servicios basados en la comunidad (I$ 2350-7158 por año de vida ajustado en función de la discapacidad evitado en las tres subregiones, I$ 1670-3400 tras la contextualización por países dentro de cada una de esas subregiones). Se calcula que la relación costo-eficacia relativa de las intervenciones basadas en medicamentos antipsicóticos «atípicos» más nuevos es mucho menos favorable.

Conclusión

Adoptando un modelo de servicio comunitario y seleccionando opciones terapéuticas eficaces, el costo de aumentar sustancialmente la cobertura de tratamiento no es elevado (menos de I$ 1 por habitante). Considerados junto con otros criterios de fijación de prioridades como la gravedad de la enfermedad, la vulnerabilidad y la protección de los derechos humanos, el presente estudio parece indicar que se puede ayudar mucho más a las personas y las familias que viven bajo la amenaza de ese trastorno.

lunes, 29 de octubre de 2012

Embarazos en mujeres esquizofrénicas


Se estima que más de 500.000 embarazos en los Estados Unidos cada año involucrar a las mujeres que tienen enfermedades psiquiátricas que, o bien son anteriores o que aparecen durante el embarazo, y se estima que un tercio de todas las mujeres embarazadas están expuestas a un medicamento psicotrópico.
 
Análisis de los trastornos psiquiátricos incluye seis grandes categorías de diagnóstico que se producen comúnmente en las mujeres en edad fértil: los trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, esquizofrenia, trastornos de abuso de sustancias y trastornos de la personalidad.

La enfermedad mental durante el embarazo puede tener efectos por sí misma sobre el feto. Sin embargo, las posibles reacciones adversas de los psicofármacos hacen que sea muy difícil sopesar el riesgo-beneficio antes de tomar una decisión concerniente al uso de estos medicamentos en mujeres embarazadas.

Hay varios medicamentos que suelen tomar las personas esquizofrénicas que pueden ser perjudiciales para el embarazo:
  • Benzodiacepinas: El uso de diazepam y alprazolam durante el primer trimestre aumenta el riesgo de hendidura palatina y labial. En el tercer trimestre las benzodiacepinas de vida media larga pueden causar hipotonía neonatal, apnea y baja puntuación en el test de Apgar. No parece que produzcan a largo plazo secuelas neurológicas o alteraciones del comportamiento.
  • Antidepresivos: Con los antidepresivos tricíclicos (ADT) no se han evidenciado anomalías congénitas ni alteraciones conductuales a largo plazo, sólo se ha observado algún caso aislado de síndrome de abstinencia. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) no parecen incrementar el riesgo de malformaciones congénitas. Con los inhibidores de la monoamino-oxidasa (IMAOS) se recoge una alta proporción de anomalías congénitas.
  • Neurolépticos: Con los neurolépticos de baja potencia parece existir un riesgo adicional de anomalías congénitas del 0,4%. A dosis altas producen toxicidad neonatal. No se han observado alteraciones comportamentales a largo plazo. Con los neurolépticos de alta potencia no parece existir riesgo de malformaciones mayores. Existe algún caso de toxicidad neonatal con síntomas extrapiramidales leves. Respecto a los neurolépticos atípicos no disponemos de datos suficientes sobre su seguridad.
  • Reguladores del humor: El litio parece incrementar el riesgo de malformaciones cardíacas usado durante el primer trimestre. La carbamazepina y el ácido valproico aumentan el riesgo de espina bífida, de defectos craneofaciales y de otras malformaciones menores.
En resumen, los riesgos asociados tanto al uso de psicofármacos como a la enfermedad mental per se han de ser cuidadosamente sopesados y discutidos con los futuros padres.
Asimismo, algunos de estos fármacos están claramente contraindicados.

La sexualidad en los esquizofrénicos


Normalmente la vida sexual de cualquier paciente con alguna patología psíquica fue desestimada por los médicos. Ya que estaban más preocupados por “curar” la enfermedad o conseguir algún tratamiento eficaz.  Así pasaron por alto el resto de las necesidades del enfermo, algo que también puede ser muy beneficioso para llevar mejor este tipos de enfermedades. La vida sexual sana y satisfactoria contribuye tanto al bienestar del individuo como a la integración de la población psiquiátrica y son los propios afectados los que muestran preocupación por su funcionamiento sexual en la consulta.

Algunas revisiones realizadas sobre este tema indican que aproximadamente dos tercios de los pacientes con trastorno esquizofrénico tienen actividad sexual y algunos de los problemas que pueden presentar, como el poco o el excesivo interés por el sexo, son los mismos que los de las personas sanas.
Cuando la gravedad de la enfermedad hace que no se llegue a estabilizar al paciente con el tratamiento, se presentan otros problemas. La aparición de delirios o alucinaciones pueden complicar sus relaciones sexuales. La pareja debe tener claro en qué momento está con el paciente compensado y cuándo la enfermedad está provocando los posibles conflictos. Sólo la comprensión y una buena comunicación entre ambos pueden paliar este problema.

En un tercio de los pacientes, los antipsicóticos pueden interferir en sus relaciones sexuales, provocando una disminución de la libido u otras disfunciones sexuales. Algunos de estos pacientes alegan estas circunstancias como motivo para el incumplimiento del tratamiento, con lo que todavía se complica más la situación. En la consulta, los pacientes deben plantear a sus especialistas los eventuales problemas sexuales que presenten, como un síntoma más en el curso de su enfermedad, para intentar compensarlos con el tratamiento o, si es necesario, con psicoterapia.

Por otro lado, se considera que entre un 8% y un 24% de los enfermos tienen algún tipo de conducta mal adaptada como puede ser exhibicionismo, mantener el uso de relaciones sin preservativo, practicar sexo en público o permitir que abusen de ellos, entre otros.

Así también, el paciente con esquizofrenia no suele practicar relaciones sexuales seguras, lo cual eleva sus probabilidades de contraer algún tipo de ETS (enfermedad de transmisión sexual). También cabe mencionar que algunos pacientes se ven expuestos al intercambio de sexo por dinero, el uso de drogas, la presencia de déficits cognitivos, que provocan por ejemplo impulsividad y falta de control, o el deseo de algunas mujeres de quedarse embarazadas.

Respeto profesional frente al enfermo mental.




"A veces parece que me domina el coco, éste que no controlo, pero yo soy
yo, yo soy el que soy, sólo cambio un poco"

La enfermedad mental asusta muchas veces, pero esto no beneficia a los pacientes, porque les hace sentir más diferentes, más aislados, más fuera de la normalidad. Pero lo cierto es que si se respeta al paciente, él va a respetarnos. Si se le trata desde la igualdad, no hay motivos por los que temer.

Es muy frecuente que este tipo de enfermos se sientan despreciados, rechazados, y desde luego son conscientes de que pueden llegar a causar temor en otras personas, que los evitan o se alejan. Es muy habitual que estos hagan comentarios como "Esa nueva residente me tiene miedo...", y se sientan aún peor por ello. Pero es cierto que en muchas ocasiones no es temor a ellos, es temor a no saber como reaccionar, a sentirse indefensos debido a la falta de experiencia.
 
Los enfermos mentales no son más peligrosos que  algunas personas con las que podemos cruzarnos por la calle. Su mayor agresividad es contra ellos mismos. El miedo hay que tenerlo al suicidio, en que acaba más de un paciente con depresión, por ejemplo. En realidad los enfermos mentales son simplemente enfermos, es decir, personas frágiles, doloridas, desvalidas, desconcertadas, confusas... Es muy frecuente escuchar de boca de este tipo de enfermos frases como "No me temas, ¡ayúdame!", mientras les ponen camisas de fuerza. En demasiadas ocasiones no existe diálogo, a estos pacientes se les teme y por ello se les maltrata, no se les informa, se les explica ni se les pide consentimiento para nada.

Por regla general se sienten frágiles y desamparados y por ello se asombran del terror que causan en los demás. Tener miedo implica el control y lleva a reacciones en exceso, ese miedo rompe la confianza y anula las relaciones humanas. Tener miedo quita seguridad en el trato. Y en genral  donde hay miedo no hay cariño, ni afecto, ni empatía por los demás.  Donde hay miedo no hay ni humanidad ni trato digno.

Los enfermos mentales, al igual que el resto de personas, siempre tienen alguna cualidad, algo que se les da bien, alguna aptitud, alguna maña para algo. Se trata de querer verlo y potenciarlo. Valorar una parte buena de las personas provoca más bondady valorar sus habilidades los hace más competentes.

Un enfermo mental puede llegar a perder su humanidad en manicomios, psiquiátricos u otros lugares de encierro, pero también en la calle, si llega a convertirse en vagabundo sufriendo peligro de muerte.

En general lo que se quiere es reinvindicar al enfermo mental como persona, con su dignidad, libertad, integridad y bienestar.


¿Qué piensa una persona esquizofrénica?

Las personas que sufren esquizofrenia sienten que en el mundo en el que viven pasa a ser inexplicable y misterioso. Nada tiene sentido. De repente hay un cambio y la vida se vuelve complicada y dolorosa, explica una psicóloga.

Para cada persona es distinto. A veces se escuchan voces sin palabras, las cosas adquieren un brillo de falsedad o pasa que las ganas de vivir se desinflan, como si estas personas se alejasen de ese mundo en el que vive, como si un cristal invisible les separara del resto.

Y cuando intentan explicarlo a sus amigos o a sus padres, estos no comprenden nada. Les miran, primero sorprendidos, después con el miedo de la incomprensión.

SÍNTOMAS TÍPICOS:
Muchas de las personas que sufren esta enfermedad llegan a una serie de síntomas comunes. Se corresponden con sus sentimientos y pensamientos y los deben combatir de alguna manera.

Hay muchas situaciones en las que tienen que diferenciar lo irreal de lo real (ya que suelen ver cosas que son muy improbables que pasen). Por eso tienen que actuar pensando si alguien más ve lo mismo que ellos o si reacciona a este tipo de suceso que ellos ven, etc. 

Otro síntoma muy común es que la concentración de estas personas fluctúa, a veces están concentrados y otras veces no.

Si van ir en grupos grandes es muy probable que se desorienten o no sean capaces a entender todo lo que se dice, como podemos ver lo que mencionan en la organización mundial de la esquizofrenia "El ruido y toda la gente moviéndose me llegaron tanto que me empecé a asustar. Me sentía agitado e irritado al mismo tiempo. Sentí que quería defenderme de alguna manera. Mi papá me llevó a un lugar tranquilo donde nos sentamos y tomamos una taza de té. No hablamos de lo que pasó. Sólo nos sentamos y tomamos nuestro té y comencé a sentirme menos amenazado."

Algo muy común suele ser que este tipo de personas son muy maniáticas. Tienen un gran sentido del orden, por ejemplo con los objetos de su habitación. También con la rutina del día a día, se les suele recomendar a las familias que tienen algún miembro esquizofrénico que sigan unas pautas a lo largo de todos los días. Así estas personas no se deshubicarán, además también se recomienda que cuando se les mande hacer alguna tarea nueva tengan mucha paciencia.

 Aquí os facilito un enlace sobre el caso real de un esquizofrénico, cómo es su día a día, que siente, etc..

http://www.publico.es/espana/163601/mi-nombre-es-francisco-y-tengo-esquizofrenia