El caso de la Médico de Mingo |
| Noelia de Mingo, la médico de la Fundación Jiménez Díaz que mató a tres personas e hirió a otras siete en 2003.
La médico de Mingos ha sido condenada a 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico debido a los hechos acontecidos hace aproximadamente nueve años. La doctora, en el servicio de Reumatología de la clínica de la concepción comenzó a acuchillar tanto a pacientes como a sus propios compañeros de trabajo. Dos de las víctimas murieron en el acto y otro de ellos poco después, dejando al mismo tiempo a siete heridos. Anticipándose a la llegada de la policía fueron los propios compañeros los que intentaron reducirla para evitar que causase más daño. Juzgada en 2006 fue eximida de los cargos de asesinato y otros en grado de tentativa debido a que sufre un tipo de esquizofrenia paranoide con múltiples alucinaciones y delirios. De esta manera ha sido condenada al internamiento en un centro psiquiátrico pudiendo reducir el tiempo de estancia en él si se consiguen mejoras gracias al tratamiento. En este caso ha habido cierta polémica debido a que pese a necesidad impuesta por el juez de su internamiento, han permitido diversas salidas hasta llegar a un mes de convivencia en su hogar. Esto ha suscitado críticas por considerarla todavía un peligro contra la sociedad.
La doctora De Mingos ya llevaba sufriendo este tipo de trastorno desde hacía mucho tiempo, sus compañeros de trabajo comentaron como la habían visto hacer cosas extrañas como reirse sola o hablar con objetos. Para los familiares de las víctimas es comprensible la indignación ante las salidas terapéuticas cada vez más frecuentes y alargadas en el tiempo de Noelia de Mingos. Estas salidas terapéuticas se consideran beneficiosas para ella combinadas con un extricto tratamiento médico porque la ayudarían a integrarse de nuevo en sociedad, siempre y cuando no suponga ningún tipo de riesgo para los demás. Si por el momento se considera que debe estar internada, a pesar de sus mejorías, esas salidas deberían estar totalmente controladas y no permitir que se pasease libremente por los lugares públicos que quisiese, ya que sus vecinos la sienten como una amenaza y no se sienten tranquilos.
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sábado, 20 de octubre de 2012
El caso de la Médico De Mingo
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El caso de la doctora atroz. Querría saber si existe alguna forma de calmar a una persona en el caso de que tenga este tipo de alucinaciones o como actuar ante un caso así.
ResponderEliminarMe surgen además otras dudas:
¿ Tendría la doctora seguimiento psiquiátrico de por vida o solo temporal?
¿ Corre el riesgo de sufrir otro brote incluso con medicación ?
¿ Podría recuperarse totalmente y volver a la normalidad?
Generalmente antes del llamado brote psicótico o crisis, el paciente suele mostrar ciertas indicaciones de lo que va a suceder, suele estar nervioso, agitado... Lo mejor que se puede hacer ante estas situaciones es intentar convencer al enfermo de que aquello que escucha o ve no es real, de la manera más calmada posible. Hay que intentar retornarlo a la realidad pero nunca llevarle la contraria, hacer movimientos bruscos o ser agresivo.
ResponderEliminarCon respeco a las otras preguntas, un enfermo con esquizofrenia generalmente debe estar controlado por un psiquiatra durante toda su vida, a medida que la evolución del trastorno mejora las visitas serán menos frecuentes, pero es imprescindible que exista un control para que no lleguen a darse situaciones como la de esta médico.
Un enfermo correctamente tratado y que siga la medicación correctamente no corre riesgo de sufrir más crisis, esta medicación anula los síntomas de la esquizofrenia a pesar de que en muchas ocasiones tienen importantes efectos secundarios.
Con la medicación adecuada un esquizofrénico puede llevar una vida totalmente normal, pero es posible que tenga que estar medicado durante toda su vida. También es cierto que a medida que evolucione positivamente y con el paso del tiempo cada vez se reducirá más la medicación y por lo tanto los efectos secundarios serán mucho menores, hasta casi desaparecer.Esto es lo que les permite llevar una vida normal a pesar de estar medicados.