lunes, 29 de octubre de 2012

Embarazos en mujeres esquizofrénicas


Se estima que más de 500.000 embarazos en los Estados Unidos cada año involucrar a las mujeres que tienen enfermedades psiquiátricas que, o bien son anteriores o que aparecen durante el embarazo, y se estima que un tercio de todas las mujeres embarazadas están expuestas a un medicamento psicotrópico.
 
Análisis de los trastornos psiquiátricos incluye seis grandes categorías de diagnóstico que se producen comúnmente en las mujeres en edad fértil: los trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, esquizofrenia, trastornos de abuso de sustancias y trastornos de la personalidad.

La enfermedad mental durante el embarazo puede tener efectos por sí misma sobre el feto. Sin embargo, las posibles reacciones adversas de los psicofármacos hacen que sea muy difícil sopesar el riesgo-beneficio antes de tomar una decisión concerniente al uso de estos medicamentos en mujeres embarazadas.

Hay varios medicamentos que suelen tomar las personas esquizofrénicas que pueden ser perjudiciales para el embarazo:
  • Benzodiacepinas: El uso de diazepam y alprazolam durante el primer trimestre aumenta el riesgo de hendidura palatina y labial. En el tercer trimestre las benzodiacepinas de vida media larga pueden causar hipotonía neonatal, apnea y baja puntuación en el test de Apgar. No parece que produzcan a largo plazo secuelas neurológicas o alteraciones del comportamiento.
  • Antidepresivos: Con los antidepresivos tricíclicos (ADT) no se han evidenciado anomalías congénitas ni alteraciones conductuales a largo plazo, sólo se ha observado algún caso aislado de síndrome de abstinencia. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) no parecen incrementar el riesgo de malformaciones congénitas. Con los inhibidores de la monoamino-oxidasa (IMAOS) se recoge una alta proporción de anomalías congénitas.
  • Neurolépticos: Con los neurolépticos de baja potencia parece existir un riesgo adicional de anomalías congénitas del 0,4%. A dosis altas producen toxicidad neonatal. No se han observado alteraciones comportamentales a largo plazo. Con los neurolépticos de alta potencia no parece existir riesgo de malformaciones mayores. Existe algún caso de toxicidad neonatal con síntomas extrapiramidales leves. Respecto a los neurolépticos atípicos no disponemos de datos suficientes sobre su seguridad.
  • Reguladores del humor: El litio parece incrementar el riesgo de malformaciones cardíacas usado durante el primer trimestre. La carbamazepina y el ácido valproico aumentan el riesgo de espina bífida, de defectos craneofaciales y de otras malformaciones menores.
En resumen, los riesgos asociados tanto al uso de psicofármacos como a la enfermedad mental per se han de ser cuidadosamente sopesados y discutidos con los futuros padres.
Asimismo, algunos de estos fármacos están claramente contraindicados.

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