NICOTINA Y ESQUIZOFRENIA
Un reciente estudio trata de demostrar que puede existir cierta relación entre una sustancia presente en el tabaco y mejorías observables en la concentración, atención o aprendizaje de enfermos esquizofrénicos. En este tipo de personas la nicotina crea también una mayor adicción, por tanto el consumo es mucho más elevado, pudiendo llegar a cuatro cajetillas al día, pero al mismo tiempo mejoran determinadas actividades cognitivas.
El tabaco provoca una mayor liberación de dopamina en el cerebro a las personas que lo consumen, y son la liberación de este y otros neurotransmisores los causantes de la mayor parte de los efectos de la nicotina.
Las personas con esquizofrenia se caracterizan por una deficiencia en la producción de dopamina, que puede estar relacionada con algunos de sus síntomas como alucinaciones, pérdida de concentración, delirios, pensamientos desordenados...por tanto un aumento de este neurotransmisor se cree que puede favorecerlos.
Se considera también que la nicotina tiene una función antidepresiva y a nivel biológico se propone que la nicotina aliviaría alguno de los síntomas de la depresión actuando sobre el cerebro
El estudio se realizó en ratones y ratas con un sistema dopaminérgico con las mismas características que el sistema dopaminérgico alterado en los esquizofrénicos. A pesar de que este estudio se encuentra en sus etapas iniciales, en un futuro se pretende poder utilizar determinados fármacos que usen la nicotina para mejorar las actividades cognitivas de estos pacientes. Pero no se trata de utilizar la nicotina directamente, si no de utilizar otros fármacos más afines a los receptores del sistema dopaminérgico de los humanos y así evitar los efectos negativos de la nicotina ya que sería un problema ético permitir a los esquizofrénicos mantenerse con altas tasas de nicotina, porque podrían tener alguna mejora en algunos aspectos cognitivos, pero empeorarían sus funciones respiratorias o podrían enfrentarse a enfermedades como el cáncer de pulmón, lo que no supondría un beneficio para ellos.
Por el contrario, estudios clínicos niegan los beneficios cognitivos descritos anteriormente. Es cierto que la gran mayoría de los pacientes esquizofrénicos son fumadores pero esto consigue explicarse ya que la nicotina reduce la ansiedad y provoca sedación y por lo tanto puede usarse como automedicación. Al mismo tiempo la nicotina aumenta la excreción por orina disminuyendo el nivel en sangre de los antipsicóticos y reduciéndose su efectividad. Si esto sucede se debe aumentar las dosis de antipsicóticos, que pueden traer consigo mayores efectos secundarios, y para superarlos el paciente va a fumar más. Es un ciclo del que se puede extraer como conclusión que el tabaco no resulta beneficioso para la salud y que, en el caso de enfermos mentales con este tipo de adicciones, se debe tener en cuenta tanto la salud mental como la salud física.
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