Caso real sobre esquizofrenia
Durante mucho tiempo, han existido muchas personas con trastornos esquizofrénicos graves, a la mayoría caracterizados por matar a otras personas y negarlo al principio . Todos ellos mostraban una apariencia tranquila y así es como hacían confundir a sus víctimas.
Un ejemplo de ellos es el conocido caso David Berkowitz, también llamado el Hijo de Sam lueho hecho película.
Ya de pequeño era un niño tímido y con baja autoestima. Su madre
adoptiva murió en 1967 cuando el tenía 14 años, fue lo peor que le pudo
pasar. Al no tener suerte con las mujeres, fue alimentando su odio
contra ellas. Para solucionar sus problemas se compró un revólver y a
los veintitrés años comienzó una serie de crímenes. El joven Berkowitz asesinaba sin razones,
disparaba su revólver calibre 44 indistintamente a cualquier persona
que se cruzaba en su camino, sin importarle raza, sexo o edad.
Tras varios
asesinatos, David dejó una carta al lado del cuerpo de una nueva víctima
en la que se autonombraba "El Hijo de Sam".
En su último crimen
un testigo consigue reconocerlo y el 10 de agosto de 1977 es detenido.
Confiesa todos sus crímenes, pero alegar locura afirmando escuchar la
voz de un demonio de 6,000 años reencarnado en "Sam", el perro de su
vecino, el cual le daba órdenes de matar. Los psiquiatras lo
diagnostican como esquizofrénico y condenado a cadena perpetua. Una vez
en la cárcel, reconoce haber formado parte de un culto satánico
relacionado con Charles Manson, y asegura que sus crímenes no los
cometió solo, sino que habían sido varios los tiradores con un calibre
44. Una vez en la prisión fué asaltado por otros reclusos y degollado, pero sobrevivió con una cicatriz de 56 puntos en el cuello.
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